Pseudonimo | Ave Nocturna
Recopilación de la publicación "No muchas aves cantan" | Yann Bultez
Frans Masereel, Passionate Journey, My book of hours, 1919
Azucena en otoño
tengo miedo de dejarnos en el olvido
es en ese momento cuando me refugio
en novelas de amores trágicos
amores inacabados
alegres
de todos esos amores que existen.
es ahí cuando me dejo arrullar
con hojas de árboles
mecidas y violentadas por el viento
pero a veces no sirve de nada
y siento que el pensamiento hacia ti
es un viejo con muñones
pidiendo limosna en terminales de autobuses
suplicando por volver a encontrar
el consuelo entre tus hombros dorados.
es por eso que te busco
cuando viajo a cualquier parte.
III
¿Por qué siento el portento de una daga?
destrozando la piel
al evocar nuestros abrazos
y tu flor desplegando el aroma
y todas sus espinas
no se lo merece
Carmen
este andar y dar coces en su amor.
IV
te dije te digo
que nuestro partir hace una mala jugada al alma
al mar
que resuena y rompe madres
te busco al primer canto del cardenal
a uno se le termina el combustible
y vuelve en la madrugada
al diablo
con todas mis ganas
estoy tratando de dejarte en cada esquina
porque Carmen no se merece
el resonar de tus cabellos
al tratar
el olvido
la evocación
de lunas intermedias.
VI
supongo que algo debió de ver Carmen
en los ojos que se quedan varados en los ladrillos
y que inspeccionan con el tacto las orquídeas
Carmen mía
también te ha dado miedo toda esa lumbre
que incinera
y que ahora se apaga una y otra vez
viviendo de días perecederos
de tonterías y sueños
¿por qué no llegaste antes?
me has notado ausente una y otra vez
cuando nos amasamos y transpiramos
vale madre
es mejor que me quede
con esas mil y un hienas por ahora.
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