La vida cínica Parte III
Pseudónimo | Ave Nocturna
Recopilación de la publicación "No muchas aves cantan" | Yann Bultez

Frans Masereel, Passionate Journey-My Book of Hours, 1919
Instante
llego a casa con un pastel
estoy contento pues se lo daré a la única mujer que me espera
con preocupación.
−¡vienes borracho
ni ha cinturonazos entiendes!
está enojada pero al pasar las rebanadas
olvidamos
que la vida nos hace encabronar.
Tratando de tener fe
cada que me quito los calcetines
te busco en las grietas de los pies
éstas tienen un parecido
con los laberintos de concreto
del metro Pantitlán
con un poco de herpes
transitando estos pasajes
sin una razón más que chingar
la carne.
carne a punto de reventar
en los tenis
suda suda
no encontraras a Dios
en la mirada de los ancianos
en el sonreír de los niños
ni en la última gota de vodka
mucho menos en la iglesia
así que paremos juntos la búsqueda y
vayamos por Lucía
para calmar las ganas de reventar en otro cuerpo
estas ganas de no pensar más que en el momento
y de olvidar la ciudad.
Pensando
hay meses
cuando llueve con resignación y
la gente saca los perros a dar una vuelta
por el cemento
con jetas de pozos secos.
el psiquiatra diría
toma pastillas
se ese robot que escupe ilusiones muertas
que no tiene tiempo para la desesperación
ni para ver a las personas al rostro.
las pastillas son mentiras
el mundo cae en angustia
nadie se libra de sus penas
aún con el cerebro hecho añicos.
Mujeres halagüeñas
voy por el perfume que dejas en las esquinas
mujer de noble espíritu
en la cual dilapido espasmos
de otro amor.
estar aquí perdiendo el tiempo ya sea leyendo o pintando es lo mismo me ahogo en un licuado de gritos con hielos ¿qué puedo hacer? ¿alguien tiene la repuesta? antes creía en la virgen hoy he dejado de tener un fetiche las noches sin un ángel o demonio son repetición ¿en que puede creer un ateo
un judío el cardenal el obrero? ¿en el oro en el trabajo en rascarse el culo o tocarse la verga? tengo tantas ganas de llorar y de un buen trago para recuperar la fe.