La autora de este texto Mónica Arianna Aquino comparte su experiencia desde la Gestión Cultural señalando puntos clave detectados a los largo de su trayectoria. La labor del gestor dentro del tejido social, es una profesión que ve la luz en los huecos que el estado fue dejando. Es decir, si asumimos que éste debe organizar desde las políticas públicas la estructura cultural en la que se ubica el lugar de los profesionales y público dentro de un gran mapa de acción, que como dice el texto, asuma con total responsabilidad la rica diversidad cultural artística que existe en un país, para que asiente en la conciencia colectiva un sentido de pertenencia, identidad y utilidad, es probable que la figura del gestor no existiría tal como la conocemos y es también un profesional que no en todos los espacios geográficos se vuelve un referente como actor vinculante.
A diferencia de la práctica artística, el gestor es un peón que encuentra su lugar en los vacíos necesarios que unen el arte con el público. Y definitivamente no puede trabajar solo, es por eso, quizá, que el gestor cultural no existe como individuo porque en realidad requiere unir fuerzas mediáticas (Comunicadores) con Creadores, Espacios (privados y públicos) con Sentidos simbólicos, Materialidad, Formas. Es decir la Gestión Cultural no es cuestión de una persona sino de colectivos.
Poco a poco el texto integrado en el eBook nos invita a comprender que los gestores y comunicólogos unidos, proyectan un gran trabajo que puede potenciar el fin de su existencia, como sentido último no como término de su práctica, porque juntos encausarían el más noble sentido que es la preservación de culturas ¿Porqué habría de ser tan complicado?
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