Está naciendo una nueva era, pero la gran velocidad a la que se gesta no nos permite comprender el significado y la naturaleza de los cambios. Como nunca antes en la historia humana disponemos de una enorme cantidad de información, que el cerebro humano aún no está preparado para comprender. Las barreras de la percepción del tiempo y del espacio se han resquebrajado y la realidad que se presenta ante nuestros ojos parece inabarcable.
La inédita combinación de un enorme desarrollo de las fuerzas comunicativas, que hoy tienen a la mitad de la humanidad conectada mediante el ordenador y la mayor crisis civilizatoria que hemos experimentado como especie (económica, social y ambiental) están dando como resultado el surgimiento de una conciencia planetaria que está siendo capaz de comprender la interdependencia de la biosfera con los procesos humanos, así como nuestro impacto sobre otras especies. Así mismo, una mayor comprensión individual (somos la generación que más se ha comprendido a sí misma por medio de la introspección psicológica) conlleva una mayor comprensión del otro, de nuestros semejantes.
La empatía humana se está generalizando, ya no sólo entre círculos de sabios como en la antigüedad ni entre “iluminados” como en la Ilustración. Hoy, la vida cotidiana de millones de personas alrededor del mundo está plagada de circunstancias que profundizan la conciencia propia y hacia los demás. El acceso a la información permite conocer detalles sobre cualquier tema pues todo (o casi todo) el conocimiento creado por la humanidad en los últimos cinco mil años, está disponible a sólo un clic, ¿es nuevo este escenario? Ciertamente no, a inicios del presente siglo ya se podía predecir, pero sus efectos a mediano y largo plazo apenas comienzan a visualizarse, pues llevamos al menos una década bajo un desarrollo exponencial del internet en la mayoría de los países del mundo y ya no sólo de los más avanzados.
Nosotros tenemos una convicción: en la carrera entre la empatía planetaria y la entropía climática, se están sentando las bases de un cambio radical en nuestra manera de estar en la Tierra. La oportunidad es única y debemos de aprovecharla.
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