Hace poco una profesora de Bellas Artes me respondía a mi pregunta sobre si la obra se devalúa con la múltiple reproducción, ya sea de personajes importantes o de incipientes artistas - es un mito- sentenció.
¿Lo es? Hace 10 años tuve conciencia de la proliferación de esta idea y con el paso de los años insiste en quedarse como símbolo de que hay algo más importante que su reproducción, y todo por culpa de Walter Benjamin. Sin embargo, descubrí que en efecto, la reproducción y el comercio no tienen nada de negativo porque históricamente es una forma en el que ser humano intercambia sus capacidades de creación. El problema es el fin último de eso porque mientras estén sujetos al capital le absorberá sin piedad todo su sentido.
Con la práctica (hermosa práctica) como dirección en un espacio cultural, que además de promover el trabajo de creadores intenta buscar opciones de trabajo para gestores culturales y artistas, es imposible sostener la idea de "lo único" porque en cuestiones de logística no se puede encontrar tantas obras distintas como tantos compradores y evitar su reproducción, no para que degraden el valor sino para que ayuden a mantener la subsistencia de un proyecto que no sólo es colectivo también es individual, y si no lo logra con la venta ¿entonces con qué?
Debo confesar que en el mundo empresarial donde mandan los grandes hay tentaciones constantes. A veces dan ganas de mandar todo al carajo y alinearse porque se requiere menos reflexión, menos contenido y más practicidad, soluciones inmediatas a corto plazo ¿el arte? eso no reditúa, cambia de giro si quieres hacer dinero, es el mensaje constante que no necesita articular palabras.
Sin embargo, estos lapsus nunca son lo suficientemente fuertes, pero sí que le hacen a uno dejar de pensar constantemente en lo ideal para aterrizar en lo material, y honestamente son debates muy interesantes también. Hoy me topé con esta noticia “La real academia de San Fernando pone a la venta grabados originales de Goya” es una institución que ha decidido abrir una tienda en ebay, los datos del trato de compra/venta no han sido difundidos y ponen a disposición, por ejemplo, estampas y aguafuertes que datan desde finales del s. XVII hasta nuestros días. Algunas cuestan 95 euros, como el grabado de Blas Ametller de Miguel de Cervantes, y otras están en torno a los 300 o 400, como la casi obra sobre el mundo animal de Juan Bautista Bru de Ramón del siglo XVIII. El más caro, curiosamente, es un grabado contemporáneo de Jaume Plensa, Desapareció como un puño cuando se abre la mano, por 2.050 euros.”
Jaume Plensa | Academia de San Fernando
Mi primera reacción fue de sorpresa e incredulidad, me había dejado con la boca abierta. ¿en serio son originales? ¿en serio la academia se había unido ya a estos gigantes de venta on line? Y más allá de la indignación por ver cómo se distribuyen a capitales privados, y en parte también, por la falta de costumbre de ver a estas instituciones codearse con monopolizadores del comercio electrónico, me surgieron muchas preguntas para reflexionar y con ello evitar el ataque, porque con esto topamos con pared muy rápido ¿para qué se usarán los recursos recaudados? ¿quiénes son los beneficiarios? ¿porqué ahora y porqué asi? ¿qué mensaje quieren darnos? ¿cuál es el paso que sigue?
Me queda claro que unirse a un gigante de estos sin duda ayuda a potenciar la venta sabiéndolo hacer, eso es algo que lamentablemente no se puede negar y digo lamentable porque a su lado, muchos pequeños negocios nunca verán la luz ya que siempre estarán a la sombra porque frente a ellos, competir es imposible a no ser que te unas o luches a pequeña escala, o a nivel local mientras surge algo que pueda finalmente oponerse a esto.
Pero paradójicamente, esta acción podría ser también una forma de democratizar el arte “sagrado”, ese que se infunde por el nombre del autor con el paso de los años, y podría ser incluso una manera en que por fin la gente fuera del gremio con poder adquisitivo alto pudiera ganarle el partido a los coleccionistas, o bien, algo está pasando en ese nivel que el arte ya no tiene la importancia que solía tener como un modo de inversión y por eso baja, sí, a nuestros medios, con precios ridículamente accesibles ¿experimento? ¿realidad?
Hay un detalle más, quizá se unió a ebay porque amazon a largo plazo copia los productos que funcionan, es decir, los re-producen y luego los coloca a un precio más accesible. Batallas legales por esto hay miles, sin embargo la culpa la tienen la llamada fiebre de rebajas, esa competencia por hacer las cosas a un menor coste en un menor tiempo.
Como productora y consumidora me toca escoger y equilibrar las ideas, la realidad se convierte en un asunto estratégico y astuto, porque si quiero seguir respetando mis creencias respecto al arte y la cultura habrá que tirar y acortar la cuerda tantas veces como sea necesario pese al conflicto que conlleve, puede ser que no importe de dónde vengan los recursos siempre que sean en un marco legal obviamente, lo realmente importante es qué se hará con ellos. Una estrategia cuestionable, quizá, porque es posible que se oponga a la teoría y los ideales creados desde hace muchos años. Arriesgarse a la opinión pública siempre será un asunto de miedo pero como institución se tendrá que escoger y al parecer, la Academia ya lo ha hecho.